Los Soprano: por qué sigue siendo el mejor programa de televisión de todos los tiempos
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Los Soprano: Por qué esta historia de la mafia de Jersey es el mejor programa de todos los tiempos (¡Olvídense de eso!)
En un mundo en el que los programas de televisión van y vienen como si fueran tipos listos en una convención federal de protección de testigos, hay una serie que se destaca... ¿o debería decir que se sienta en el sofá, atiborrándose de gabagool? Estoy hablando de Los Soprano , la obra maestra de HBO que es ampliamente considerada como el mejor programa de todos los tiempos. Y si no te gusta, bueno, puedes irte a nadar con los peces.
Creada por David Chase, esta innovadora serie se estrenó en 1999 y duró seis gloriosas temporadas, dejando una marca indeleble en la cultura pop. Es un programa sobre nada y sobre todo. A primera vista, es un drama descarnado sobre un jefe mafioso de Nueva Jersey, Tony Soprano (James Gandolfini), y su, ejem, negocio de "gestión de residuos". Pero si rascas bajo la superficie, encontrarás un rico tapiz de personajes complejos, diálogos ingeniosos y temas que te harán reír, llorar y tal vez hasta cuestionar tu propia moralidad.
Los Soprano revolucionaron la televisión con su humor negro, su profundidad psicológica y su retrato implacable del sueño americano que se desbarata. Tony Soprano es un hombre atrapado entre dos mundos: la vida brutal y a menudo violenta de un jefe de la mafia y los desafíos mundanos de la vida familiar en los suburbios. Es tan probable que ordene un asesinato como que se preocupe por las solicitudes de ingreso a la universidad de su hija, lo que lo convierte en uno de los personajes más complejos que jamás hayan aparecido en la pantalla chica.
La brillantez de la serie reside en su capacidad de hacer que te preocupes por personajes con defectos profundos e incluso los apoyes. Tony, Carmela, Christopher, Silvio, Paulie... son personas que hacen cosas terribles, pero no puedes evitar involucrarte en sus vidas. El hecho de que la serie pueda evocar tanta empatía por personajes que, de otro modo, serían villanos en cualquier otra historia, es un testimonio de la escritura, la dirección y la actuación de la serie.
Pero Los Soprano no trata sólo de mafiosos, sino también de la condición humana. Trata sobre el poder, la lealtad, la traición y hasta dónde puede llegar la gente para proteger a los suyos. Trata sobre el sueño americano y cómo puede convertirse en una pesadilla. Y, por supuesto, trata sobre la familia, en toda su disfuncional gloria.
La serie también es una clase magistral de narración de historias, con su narrativa no lineal, secuencias de sueños e imágenes simbólicas. Es un programa que recompensa verlo varias veces, ya que cada vez que lo ves, notas algo nuevo: un detalle sutil, una línea de diálogo que adquiere un nuevo significado o una pista visual que presagia eventos por venir.
Al final, Los Soprano es más que un programa de televisión; es un fenómeno cultural. Ha pasado más de una década desde que se emitió el episodio final, pero su impacto todavía se siente hoy en día en los innumerables programas que han intentado replicar su éxito. Pero siempre habrá un solo Soprano . Es el mejor de todos los tiempos, y si no estás de acuerdo, bueno, como diría Tony, "¿Qué vas a hacer?".